ELN denuncia crisis en cese al fuego en Colombia: ¿Amenaza para la paz?
El ELN señala una “confluencia” entre el Ejército y los paramilitares que está permitiendo que estos últimos ocupen territorios donde el ELN tiene una presencia significativa.
En Colombia, el cese al fuego bilateral que se acordó hace tres meses enfrenta una seria crisis, según alerta el negociador del ELN, Aureliano Carbonell, en una entrevista con EFE. Esta situación se atribuye a un ataque militar contra un campamento guerrillero y a la ofensiva paramilitar en las zonas donde opera esta guerrilla.
“El cese en estos momentos está en crisis porque (…) tenemos una situación muy grave”, denuncia Víctor Cubides, conocido en el Ejército de Liberación Nacional (ELN) como comandante Aureliano.
El ELN señala una “confluencia” entre el Ejército y los paramilitares que está permitiendo que estos últimos ocupen territorios donde el ELN tiene una presencia significativa.
El 19 de octubre, el Ejército atacó un campamento del ELN en una zona rural de Santa Rosa, un pueblo minero del sur de Bolívar (norte). “Al asaltar el campamento nuestro (…) obliga a que nosotros nos repleguemos y los paramilitares van posicionándose en el territorio“, denuncia Carbonell.
El Mecanismo de Monitoreo y Verificación del Cese al Fuego envió un equipo para investigar este incidente, y el ELN espera que esto se refleje en el primer informe trimestral de esa instancia.
Este mecanismo podría ayudar a evitar que la situación de crisis empeore y que el cese deje de ser una realidad. El negociador espera abordar esta cuestión en la próxima ronda de diálogos en México.
No es el único incidente de este tipo, según la guerrilla, ya que la alianza entre militares y paramilitares es un problema arraigado que persiste a pesar del cambio de Gobierno.
El presidente ha reformado la cúpula militar, pero la alianza sigue siendo fuerte, y cambiar esta situación requiere un esfuerzo significativo.
Las declaraciones de Carbonell revelan la amenaza de que el cese al fuego no se mantenga durante los 180 días acordados y que un acuerdo de paz sea una posibilidad distante.
Según Carbonell, aunque el ELN tiene la voluntad de trabajar por una solución política, es reticente a hablar de la firma de la paz. La preocupación central es el paramilitarismo, que está en aumento en el país.
El ELN reconoce que, para alcanzar un acuerdo de paz, es necesario un cambio profundo tanto en el país como en la organización. Esto implica una mayor conexión con la población y la influencia en las decisiones básicas del país.
Carbonell destaca que su aspiración va más allá de obtener representación en las instituciones, como hicieron las FARC. La organización busca influir en la transformación de Colombia en su conjunto.
Para mayo de 2025, se espera tener listas las propuestas de la sociedad en el acuerdo de paz, lo que permitirá a la población definir la agenda de cambios que surjan del acuerdo entre el Gobierno y la última gran guerrilla de América Latina.
La dejación de armas es un tema complejo y se encuentra en una etapa avanzada de la negociación. El problema de las armas en Colombia va más allá del ELN y afecta al país en su conjunto.
Independientemente de la firma o no del acuerdo y de la dejación o no de armas, en la mesa de negociaciones, un acuerdo firmado se considera un acuerdo implementado. Se espera que los alivios humanitarios y las transformaciones en zonas críticas negociadas mejoren la situación en las áreas más afectadas por el conflicto.
Con información de EFE.