Excoronel del Batallón Magdalena habla sobre los falsos positivos en el Huila

En el marco del proceso de Justicia y Reparación a las víctimas del conflicto que adelanta la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el ex coronel Luis Carlos Aguilera, quien se desempeñó en el Batallón Magdalena y el Batallón “Pigoanza” como comandante, ha realizado impactantes revelaciones que buscan restaurar la dignidad de las víctimas y sus familias.
Aguilera, declarado máximo responsable por hechos ocurridos entre los años 2006 y mediados del 2007, cuando servía como capitán y oficial de inteligencia en el Batallón Pigoanza, confirmó que las personas que fueron asesinadas y presentadas posteriormente como bajas en combate «eran personas inocentes».
El compareciente asumió la responsabilidad de los delitos cometidos, asegurando que las víctimas fueron asesinadas «en estado de indefensión» y presentadas de manera «ilegítima como muertos en combate». Esta confesión es crucial, ya que el ex coronel reconoció ante las víctimas y la sociedad que «no hubo combates» y que las personas afectadas «no estaban armadas».
Uno de los compromisos centrales de los comparecientes ante la JEP es el reconocimiento de la responsabilidad y el contar la verdad. Aguilera destacó la importancia de este paso para «limpiar el nombre de las víctimas», un clamor que ha sido persistente entre ellas.
El proceso ante la JEP ha significado un cambio profundo en la perspectiva de Aguilera sobre el conflicto. Mientras que en la justicia ordinaria se consideraba a las víctimas como «contrarios», en este escenario restaurativo, las víctimas se han convertido en «el eje central de todo este proceso».
Aguilera relató que participó en estos hechos, bien sea de manera directa como comandante de compañía, o como oficial de inteligencia en el planeamiento, ejecución o encubrimiento de los crímenes. Explicó que estas acciones se cometieron en el afán de presentar un «resultado operacional», aunque subrayó que se trató de «decisiones personales» y no de una «directriz institucional».
Aguilera resaltó la resiliencia y persistencia de las víctimas en su búsqueda de la verdad y de la dignificación de los nombres. Para él, el poder encontrarse con las víctimas, contarles la verdad sin eufemismos, pero con respeto, resulta «bastante reparador» tanto para ellos como para las familias afectadas. Aseguró que sin la JEP, sometiéndose únicamente a procesos jurídicos, «seguramente nunca se hubiera podido conocer la verdad».
El ex coronel ha participado en dos intervenciones en Pitalito y Neiva, y enfatiza que la meta es que las familias puedan «cerrar ese ciclo» y dar una «cristiana sepultura» a sus parientes. Aunque admite que «nada de lo que nosotros hagamos va a poder reparar el daño causado», este trabajo con la UBPD es visto como un avance importante y una contribución a la restauración.
Actualmente, Aguilera y otros comparecientes están contribuyendo activamente con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) en una «labor humanitaria». Este trabajo busca aportar para que las familias que han estado buscando a sus seres queridos puedan finalmente recuperar sus cuerpos.