Niña despertó en medio de su velorio, pero falleció camino al hospital
Fue su madre quien se percató que la menor seguía con vida durante su propio funeral, por lo que fue trasladada a hospital, lugar donde murió.
Sucedió con una menor de tres años de edad, identificada como Camila, quien estaba siendo velada y en medio de su funeral despertó, provocando que su familia sintiera desespero y buscara una manera eficaz para trasladarla al hospital y encontrar una explicación ante lo sucedido.
Antes de que todo esto sucediera y antes de su funeral, la pequeña había empezado a enfermarse, presentando vómito, fiebre y diarrea, razón por la que su madre, Mary Jane Mendoza decidió llevarla al Hospital Comunitario del municipio Salinas, ubicado aproximadamente a 40 kilómetros del pueblo en el que la familia vivía, La Herradura.
Rápidamente su familia llevó a Camila al hospital para ser valorada de nuevo, pero fue en el trayecto que definitivamente perdió la vida y su último certificado afirmaba que había muerto por edema cerebral, falla metabólica y deshidratación.
Video entrevista mamá desde el 0:31:
“Le dieron 30 gotas de paracetamol y me dijeron que mi hija estaba bien, que me la podía llevar a mi casa”, reveló la madre durante una entrevista realizada luego de la tragedia.
Sin embargo, la niña seguía presentando fuertes síntomas por lo que, de nuevo, regresaron al centro médico de urgencias, lugar en donde el personal le informó que su hija había fallecido.
“Cuando agarré su cuerpo, la niña me abrazó y yo le dije al doctor que seguía viva, pero él me contestó que la soltara y me sacó para esperar el certificado”, comentaba la mujer que aseguraba que el parte médico había informado deshidratación severa, diarrea aguda y shock hipovolémico.
Una vez la familia se disponía a velar a la menor, su madre seguía insistiendo que estaba viva, ya que no había perdido el color y se veía cómo movía sus ojos. Incluso, Mary Jane se percató que el vidrio del ataúd se empañaba como si su hija estuviera respirando. No obstante, muy pocos le creyeron, aunque después de unos minutos escucharon a la pequeña jadear y vieron cómo abrió los ojos.