PNN Cueva de los Guácharos cumplió 65 años como reserva natural, la primera declarada en el país

El sur del Huila alberga el primer parque nacional natural de Colombia, el lugar donde la protección territorial se formalizó. Técnicos y campesinos de la región, a través de la Fundación Cerca Viva, trabajan mano a mano para custodiar un tesoro biológico único, cuyo acceso demanda esfuerzo, pero promete una recompensa inolvidable.
El Parque Nacional Natural (PNN) Cueva de los Guácharos, ubicado en el sur del Huila, en el Macizo Colombiano, se erige como el punto de partida de la historia de la conservación formal en Colombia. Este parque fue la primer área protegida declarada a nivel nacional hace ya 65 años, siendo el «área núcleo» de todo el sistema de parques nacionales.
La creación del PNN Cueva de los Guácharos en 1960 marcó el inicio de una red de áreas protegidas que hoy suman 65 parques y protegen la biodiversidad más singular de Colombia, el país más megadiverso del mundo por unidad de área.
Guardianes del Legado: La Trayectoria de los Técnicos
La celebración de este aniversario en Guácharos simboliza la evolución del Sistema de Parques, reconociendo la labor de los guardaparques, descritos como «custodios silenciosos». Estos técnicos han mantenido la protección del territorio a lo largo de más de seis décadas.
Personajes como Carlos Cortés León, técnico administrativo, quien ha dedicado 37 años de su vida a esta misión, han sido testigos y protagonistas de la evolución del parque. Cortés recuerda cómo esta zona se recuperó de un estado crítico después de problemas de orden público. Estos 37 años han sido fundamentales para la recuperación del bosque y la generación de confianza con las comunidades campesinas circundantes.
La labor técnica incluye la protección de sus vastas hectáreas, donde se encuentran bosques vírgenes, nativos y secundarios. En los bosques primarios, se han identificado aproximadamente 75 especies forestales y cerca de 300 especies de aves.
Especie Emblemática: La cueva de los Guácharos recibe su nombre del Steatornis caripensis, como ave migratoria y emblemática que cumple una función ecológica vital como dispersor de semillas. Proteger al guácharo implica proteger muchas más especies de mamíferos y plantas, consolidándolo como una «especie sombrilla». La conservación se ha fortalecido con la declaración de áreas protegidas vecinas, creando el complejo Guafrachú, (Guacharos, Alto Fragua y Churumbelos) que garantiza la oferta alimenticia y los procesos evolutivos de la especie.
Cercanía y Acompañamiento: La Labor de Cerca Viva
En el esfuerzo de conservación y promoción turística, las comunidades locales cumplen un rol destacado. La Fundación Cerca Viva, que cumplirá 10 años en marzo, es una organización de campesinos que actúa como operadora turística. Su nombre, «Cerca Viva», simboliza su compromiso con la conservación de la naturaleza.
Los miembros de la fundación, como Joaquín Ruiz Ruiz y José Isidro Sabogal, prestan servicios esenciales con amabilidad y respeto. Ellos son los encargados de prestar el servicio de acompañamiento a los visitantes y de asistir en tareas logísticas. Don José Isidro Sabogal, por ejemplo, tiene 15 años recorriendo el camino, y su función incluye trabajar con caballos para llevar y traer visitantes y materiales al parque.
Los operadores turísticos de Cerca Viva acompañan, guían y enseñan a las personas sobre la protección de los ecosistemas. Le recuerdan al turista el «cuidado que tenemos que tener acá, no dañar, ni perjudicar, ni hacer mal» indican. La fundación ofrece paquetes turísticos que incluyen alimentación, estadía y acompañamiento, por tres días y dos noches, generalmente.
Un Camino que Exige Resistencia, pero Vale la Pena
Llegar al PNN Cueva de los Guácharos no es una tarea sencilla. Desde la vereda La Mensura, la caminata hasta la cueva de los Guácharos dura aproximadamente entre dos y tres horas.
Quienes han recorrido la zona por años confirman que el camino es difícil, con «mucha subida, mucha bajada» y partes quebradas. El trayecto, que se realiza generalmente a pie o a caballo, exige resistencia y preparación.
Para quienes deseen conocer este sitio único, se recomienda traer botas pantaneras, impermeable y linterna. Sin embargo, la dificultad del recorrido resulta siendo mínima, al compararlo con la majestuosidad del destino.
El esfuerzo vale la pena. El parque ofrece escenarios únicos como el denominado «viaje al centro de la tierra» a través de sus cuevas y cavernas, permitiendo la práctica del espeleísmo. Los visitantes se encuentran con paisajes kársticos (estalactitas y estalagmitas), adrenalina y mística. Como afirma un turista, mirar una foto es solo un 5% de lo que se puede encontrar allí, porque las maravillas que se observan en el parque «no están en otra parte».
El PNN Cueva de los Guácharos recibe anualmente entre 380 y 400 visitantes, quienes pueden maravillarse con especies como el oso de anteojos, guaras, ardillas, y la danta. La invitación es clara: conocer el patrimonio de los colombianos, porque «no conservamos lo que no conocemos».
La conmemoración de los 65 años de la declaratoria del PNN Cueva de los Guacharos, culminó en la reserva natural El Encanto.
“Hoy demostramos que conservar la vida en Colombia es un compromiso que se fortalece desde los territorios. Cada parque nacional representa conocimiento, protección y futuro; son territorios donde la naturaleza sigue hablando y nos invita a cuidarla con más responsabilidad y esperanza”,
aseguró el director general de Parques Nacionales Naturales, Luisz Olmedo Martínez Zamora.
Lo que comenzó como una apuesta visionaria para conservar ecosistemas únicos, se ha convertido en un entramado de 65 parques nacionales, santuarios de fauna y flora, reservas y distritos naturales que protegen páramos, selvas, arrecifes, manglares, bosques andinos, costas, islas y humedales. Estos territorios salvaguardan el 13 % de la superficie terrestre y el 25 % del área marina nacional, albergan más de 24.000 especies, y custodian 322 ecosistemas fundamentales para el equilibrio climático y la seguridad hídrica del país.
Una historia que comenzó en el sur del Huila y que sigue promoviendo después de 6 décadas el cuidado y protección de los ecosistemas y la vida.