Desde El Aro, Antioquia, Petro dice que el Estado debe pedir perdón por la masacre en 1997
El jefe de Estado estuvo presente en un acto de entrega de títulos de propiedad a 52 familias víctimas de la masacre de El Aro
El presidente Gustavo Petro reconoció que el Estado tiene la responsabilidad de pedir disculpas por la masacre de El Aro, cumpliendo con la orden judicial que señala la complicidad estatal en este hecho, ocurrido el 22 de octubre de 1997.
“Construir la carretera es una instrucción directa del Presidente de la República. Si es necesario hacerlo con el apoyo de las Fuerzas Militares y sus batallones de Ingenieros, mejor aún, porque es un acto de paz,” afirmó el presidente Gustavo Petro durante la entrega de títulos de propiedad a 52 familias víctimas de la masacre en ese corregimiento.
“La reconciliación se trata de eso: un Estado que se pone al servicio de quienes han sido víctimas,“ agregó.
Además, el jefe del Estado dio directrices para “mejorar el centro de salud, la escuela, la construcción de la vía y el acueducto. ¿Cuánto podría costar un acueducto de agua potable?”, se preguntó el primer mandatario.
Petro enfatizó que “son los funcionarios del Gobierno del Cambio quienes deben asumir estas tareas. Si EPM (Empresas Públicas de Medellín) no pudo, lo haremos nosotros. Si el departamento no fue capaz de dotar de personal al centro de salud, seremos nosotros quienes llevemos esos servicios a las comunidades excluidas.”
Reconoció que, aunque la construcción de infraestructura no devolverá a las víctimas a sus seres queridos, “mejorará las condiciones de vida de sus descendientes y honrará su memoria.”
El presidente recordó los trágicos eventos de El Aro, afirmando que “lo que jamás debió ocurrir en Colombia ocurrió, y aunque no en la misma magnitud, sigue sucediendo.”
“Valía más una vaca que un campesino”
Petro señaló que en aquel entonces “estábamos frente a un verdadero genocidio del campesinado colombiano, motivado por la codicia, ya sea por tierras fértiles o por el acceso al mar, que no se usaba para disfrutar, sino para actividades ilegales.”
Explicó que estos actos violentos se llevaron a cabo en esta región porque la consideraban estratégicamente importante: “Querían construir un gran embalse, y nunca vieron al pueblo como su aliado, sino como su enemigo.“
“Por eso decidieron exterminarlos, no manipularlos ni engañarlos como en otras partes de Colombia, sino asesinarlos. Así fue la masacre de El Aro,” afirmó el mandatario.
El primer mandatario recordó que como parlamentario denunció estos hechos, lo que llevó a su familia a exiliarse del país.
“Los trataron peor que al ganado, porque aquí murieron seres humanos y se llevaron el ganado vivo. Una vaca valía más que un campesino o campesina. La mentalidad terrateniente y feudal de quienes ostentaban el poder los llevó a pensar de manera ruin y miserable,“ expresó.
Y concluyó: “Ver a los seres humanos como inferiores y como objetos.”