«Pasé 30 años buscando el secreto de la felicidad y lo que encontré no era lo que pensaba»

En un impactante relato personal, Fergal Keane reflexiona sobre la convivencia con el trastorno de estrés postraumático, la depresión y su búsqueda del equilibrio en la vida. Lo que descubrió por el camino es un estudio más profundo de la felicidad que puede aplicarse a quienes padecen graves problemas de salud mental, pero también a quienes simplemente necesitan un empujón. Este es su testimonio.
Hubo un momento, hace casi dos años, en que un cambio dentro de mí me golpeó con fuerza. Paseaba con un ser querido por el extremo oriental de la playa de Curragh, en Irlanda, un refugio acogedor desde que era niño. Nos detuvimos junto a un río que desemboca en la bahía de Ardmore. Yo escuchaba los diferentes sonidos que hacía el agua: la rápida corriente del río, el oleaje rompiendo en la orilla.
De repente se oyó el ruido del aire desplazado por decenas de alas. Una bandada de gansos llegó barriendo el acantilado, cabalgando el viento hacia el cielo. Sentí una ligereza interior y tal gratitud que me reí a carcajadas.
«Así que esto es lo que se siente», pensé.
Tomando prestadas las palabras del novelista Milan Kundera, sentí una maravillosa «levedad del ser».
Ese momento volvió a mí hace poco. Estaba pensando en el fenómeno del Blue Monday, el día de enero que se dice que es el más triste del año.
Como te dirá cualquiera que conozca la depresión clínica o el trastorno de estrés postraumático (TEPT), no hay días específicos del año para la tristeza. Puede ser el día más luminoso, en el lugar más hermoso, y aun así puedes sentir que tu mente está atrapada en el permafrost.
Pero el Blue Monday me hizo reflexionar sobre la felicidad. ¿Qué es? ¿Qué significa en mi vida?