Por qué evitar las subidas repentinas de glucosa funciona para perder peso

De cuando en cuando, se «redescubre» en internet algún mecanismo del cuerpo humano que termina viéndose como la solución para efectuar algún cambio específico.
Ese fue el caso con los videos recientes que les enseñan a las personas que quieren perder peso cómo evitar los picos de glucosa, que ya han sido vistos millones de veces en las redes sociales.
La hiperglucemia -picos de glucosa (azúcar) en la sangre- ocurre cuando consumimos alimentos ricos en carbohidratos (comidas dulces, pasta, e inclusive opciones saludables, como un banano) aisladamente (sin acompañarlos de otros nutrientes, como proteínas y fibra), ya que una vez ingeridos, el carbohidrato se convierte en glucosa (un tipo de azúcar) dentro del cuerpo.
«Cuando el nivel de azúcar es alto, el cuerpo busca reducirlo produciendo insulina, una hormona responsable de «barrer» el azúcar y transportarla a las células, para que ese exceso no permanezca en la sangre», explica Livia Hasegawa, una nutricionista y especialista en fisiología del ejercicio de Brasil.
Pero cuando la cantidad de azúcar es demasiado alta para ser manejada por la insulina, el cuerpo tiende a almacenarla en algo que no es muy agradable: grasa.
Es por eso que esos picos son descritos por los expertos consultados por la BBC como uno de los principales mecanismos de cuerpo para ganar peso indeseado, y algo que también puede generar problemas de salud a largo plazo.
La buena noticia es que es posible controlarlos con simples cambios en la dieta y el estilo de vida.
¿Qué le pasa al cuerpo cuando sube la glucosa?
¿Cuál es el peligro de este rápido aumento en el nivel de azúcar en la sangre?
Para las personas con diabetes -que no producen insulina- los picos de glucosa son un problema serio.
Estos pueden causar síntomas inmediatos como cansancio extremo, sed intensa y visión nublada. En los casos más severos, cuando el cuerpo no puede usar la glucosa para generar energía, empieza a quemar grasa y producir los llamados «cuerpos cetónicos».
Cuando estas sustancias se acumulan en grandes cantidades, la sangre se vuelve acídica, lo que puede afectar el funcionamiento de los órganos y hasta causar complicaciones severas, como daño renal o cardíaco.
«En estos casos, cuando el paciente consume un alimento con un índice glucémico muy alto, es necesario aplicar un medicamento que cumpla el papel que, en personas no diabéticas, se hace naturalmente», explica Mariana Meléndez, una nutricionista y posgraduada en investigación clínica de la Universidad de Harvard, EE.UU.
Aunque el cuerpo tenga formas naturales de manejar los picos de azúcar en la sangre en personas sanas, eso no significa que están libres de las consecuencias negativas.
«La glucosa, cuando está elevada durante largos períodos, puede tener un efecto tóxico en los vasos sanguíneos. Así que incluso los que no son diabéticos pueden desarrollar otros problemas si sus dietas son bajas en fibra y proteína, que pueden ayudar a reducir estos picos glucémicos. Uno de los problemas es la alta presión arterial», señala.
Los picos de glucosa también tienen un impacto directo en la acumulación de grasa.
«La insulina que el cuerpo produce para ‘despejar’ el azúcar también es una hormona anabólica, o sea, le indica al cuerpo que almacene energía. Este mecanismo de almacenamiento transforma el exceso de glucosa en grasa corporal, que más comúnmente se acumula en la región abdominal. El cuerpo entiende que necesita almacenar energía para un uso futuro», comenta Hasegawa.
La nutricionista señala que este es sólo uno de los factores que contribuyen al aumento de grasa corporal. El otro es consumir más calorías de las que el cuerpo necesita.
«El exceso de calorías, no importa cuál es su origen -ya sea de carbohidratos, grasas o proteínas- también puede generar acumulación de grasa. Sin embargo, los carbohidratos, especialmente lo que están refinados y procesados, son los que más se consumen porque están fácilmente disponibles en alimentos como el pan, las galletas y bocados como las papas fritas», dice la nutricionista, concluyendo que ambas causas de aumento de peso generalmente van de la mano.
Además, la rápida absorción de estos carbohidratos también pueden causar un «repunte de hiperglucemia».
«Después de la ingestión, los niveles de glucosa en la sangre se elevan rápidamente, el cuerpo libera insulina para balancear los niveles, y los niveles de glucosa caen rápidamente, ocasionando el cansancio y más hambre».